Un Presupuesto Personal es una herramienta que te ayudará a
cambiar tu situación financiera porque te permite identificar cuáles son
tus gastos innecesarios, aprendes a realizar compras inteligentes y puedes
encontrar las salidas de dinero y restringirlas de acuerdo a tus objetivos.
Cierta vez leí que tener un “presupuesto” sirve para no decir “por supuesto” a cada gasto que se te pone enfrente. A continuación
encontrarás más detalladamente las razones por las cuales debes considerar
realizar un Presupuesto Personal. También compartiré algunos consejos
para crear un presupuesto que sí funciona.
Un Presupuesto Personal es un plan que contempla los
posibles gastos que realizarás en un período de tiempo; por ejemplo, un mes.
Muchas personas creen que hacer un presupuesto personal es una tarea
innecesaria, por lo que simplemente tienen un control “mental” de sus ingresos
y gastos. Pero no es una tarea innecesaria. Veamos algunas razones por las
cuales deberías realizar un Presupuesto Personal:
Hacer un presupuesto
libera tu mente: Si pones en papel tu plan de gastos del mes y lo
visitas cada cierto tiempo para mantenerte en el camino correcto, te librarás
del estrés de estar recordando cuánto quieres gastar en cada cosa, a cada
momento. Aparte, tu mente no es muy confiable para este tipo de cosas.
Es un ejercicio de
disciplina: En casi cualquier meta que te pongas, necesitas disciplina.
La libertad financiera no es la excepción. Y si crear un presupuesto es algo
que te ayuda a practicar la auto-disciplina y al mismo tiempo a acercarte a la
libertad financiera, debes hacerlo.
Te ayuda a tomar
decisiones: Tu presupuesto es un plan. Será como el plano de una casa;
te ayuda a tomar decisiones importantes porque sabrás cuál es el impacto de
cada una de las opciones entre las cuales debas decidir.
Controlas al dinero
y no el dinero a ti: Esto es un efecto del punto anterior. Ya que tienes
una herramienta para tomar las decisiones estás en total control del uso que le
darás a tu dinero, por lo que podrás usar al dinero como mejor te parezca y
evitarás estar en una situación en la que no puedes comprar o gastar en algo
porque no tienes dinero.
Ahora, supongamos que ya estás convencido de que crear un
plan de gastos es una buena idea, por lo que al inicio del mes, te sientas a
escribir tu presupuesto. Contemplas todos los gastos que sabes que son
importantes porque debes pagarlos en determinada fecha. Creaste un documento
que contempla todo. Excelente.
Al final del mes (o el período que abarque el presupuesto),
organizas todos los recibos que lograste encontrar (muchos otros se perdieron
en algún momento), concilias tu cuenta bancaria, sumas todo y te das cuenta de
que no gastaste lo que tenías planificado en cada categoría. De hecho hay
grandes diferencias. Aparte, hay una buena parte de tu ingreso que no sabes en
qué te la gastaste. Y si tuviste suerte, tienes un “sobrante” de efectivo. Si
no tienes tanta suerte, te hace falta dinero para pagar algo importante. ¿Dónde
estuvo el error?
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