Es importante para mí como Psicólogo Clínico
hablar de un fenómeno psicológico que se vive a diario en una alta cantidad de
la población de todas las edades, pero más específicamente entre los jóvenes,
pudiendo comenzar desde los 16 a los 18 años, hasta los 40; sin que esto se
entienda que personas de otras edades no lo puedan sufrir, sino que ese rango
parece ser el ideal para que se desarrolle este trastorno.
Las personas de un momento a otro comienzan a
sufrir una serie de síntomas a nivel físico como psicológico que antes no
sentían; de llevar una vida tranquila y normal a comenzar a sufrir lo que
llaman como una sensación de “pesadilla” constante. Entre muchos de los
síntomas más comunes que se manifiestan, la persona puede comenzar a sentir
cuatro o más de los siguientes ítems:
Dolor, opresión y oro malestar en el pecho
Aturdimiento, Mareos, desmayo o sensación de
intranquilidad
Falta de aire o sensación de asfixia
Taquicardia
Sudoración en manos o diversas partes del
cuerpo
Diarrea
Vómitos súbitos
Temblores
Sensación de ataque cardiaco
Adormecimiento o cosquilleo en parcialidades
del cuerpo
Mal dormir, pesadillas, insomnio.
Miedo intenso e injustificado
Pensamientos raros o bizarros que producen
temor a la persona
Sensación de volverse loco o de perder el
control
Temor a morirse (creer que se tiene
enfermedades)
Desrealización (sentirse irreal) o
despersonalización (sentirse desprendido de uno mismo)
Angustia e inquietud constante y extrema
Sensación de pánico.
Miedo a salir a la calle, a hacer actividades
normales, y a convivir con los demás.
La persona no entiende por qué siente este
cuadro, y comúnmente asisten a una cantidad de especialistas médicos para
hacerse valoración y estudios como cardiólogos, neurólogos, especialistas del
sistema respiratorio, endocrinólogos, gastroenterólogos, y los estudios siempre
comprueban que no encuentran nada anormal en el funcionamiento sano del cuerpo,
creando más confusión en la persona y un gasto alto de dinero, muchas veces la
persona puede terminar en el área de Urgencias de un hospital teniendo un
cuadro de crisis nerviosa. Esto quiere decir que la persona está sufriendo un
trastorno a nivel emocional que tiende diversas manifestaciones en el cuerpo,
pero que no existe daño fisiológico en él.
La psiquiatría llama a este cuadro “Trastorno
de ansiedad”, en sus diversos tipos (Crisis de angustia con o sin agorafobia,
con o sin ataques de pánico) y es la intervención ideal para tratarlo, así como
el tratamiento psicológico.
Este trastorno no es algo nuevo, pues ya Freud
desde comienzos del siglo pasado lo describía en muchas de sus pacientes a lo
que lo diagnosticaban con el nombre de “Histeria de conversión”. Es un cuadro
viejo y conocido para la psiquiatría y psicología, y es perfectamente tratable
y distinguible, solo hay que hacer el diagnóstico e intervención precisa.
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