Es común y hasta en
ocasiones necesario dirían algunos versados en la Ciencia Política, que en
ocasiones está ciencia se esté pareciendo últimamente, más a la ciencia ficción
o perdón, si uno revisa la historia de la humanidad, podremos observar una gama
infinita de ejemplo, que sí se confunden y hasta se mimetizan. Pero si nos
remitimos a lo que en nuestro país México, ha vivido y ha estado realizando y
escribiendo en su historia, podremos llegar a la conclusión, sin temor a
equivocarnos que está la “verdad” secuestrada por un sistema voraz y lleno de
intereses mezquinos, que es sabido, sólo busca el lucro a costa de una de por
si mayoritaria sociedad que habita en el conflicto constante y en el distractor
permanente, dejando a la “oclocracia” es decir, el gobierno de los peores, la
dirección de una Nación que se hunde, en medio de una mar de promesas de
tierras felices y pródigas tan cerca que cada sexenio, se hunde el barco en la
orilla de esas playas de ficción, que los escritores de novelas de caballerías
medievales llaman “Islas Afortunadas”. Cada sexenio es lo mismo, se nos venden
paraísos y los compramos en cada elección y paradójicamente con nuestros
propios recursos. Nuestros “representantes” democráticos, viven de nuestro
trabajo, y nosotros vivimos para ellos, desde el simple hecho de votar y
justificar su lugar, su espacio político, como ser ciudadanos, alimentados de
falta de civilidad, que no hacemos valer nuestro poder, pues es menester,
recordar que nosotros, somos los “mandantes” y ellos los “mandatarios”, pero
no, los seguimos viendo y temiendo, como los oscuros tlatoanis y Virreyes que
sólo vivían en esos tiempos coloniales, para sus cortes y el pueblo con su
“jodides” era la tierra de cultivo, para seguir en el latrocinio y el cínico
arte de “gobernar”. Los mexicanos, no olvidamos el error arbitral de un mundial
de futbol, pero sí, con tristeza lo sabemos, olvidamos rápidamente los actos
rapaces, de los gobiernos, que nos han representado desde la Colonia y que con
el México independiente sólo trasladaron las ganancias y los placeres a otra
clase, pero nunca a la mayoría, esta mayoría que solo ha servido para dar
fuerza a sátrapas que de la mano de “Poderes Fácticos” que últimamente se
llevan y gozan de más tajada de ganancias a costa de la mayoría de la sociedad.
Pobre México tan lejos del Estado de Derecho y tan cerca de la impunidad…Ahora
nos cuentan las Mil y Una Reformas, que con ellas México será otro, recuerdo en
los noventas la promesa “Salinista” del
primer mundo, recuerdo la administración de la “abundancia” de López Portillo,
pero no lo dejaron terminar, fue la administración de la abundancia, de una
clase política que es de todos sabido, ahora está de regreso, con más voracidad
y cinismo, algunos dicen, que ya no es la sociedad de ese tiempo, pero no creo,
siguen operando igual, de la mano de sus medios y sus comparsas, es triste
reconocer que nuestro país, está fundando su futuro en las promesas y mientras
sus recursos naturales, no renovables, están “legalmente” al mejor postor
brindados, nos prometen un gas barato, gasolina sin gasolinazo, luz sin cortes,
pero el futuro, no es más, que el único argumento del político nefasto, que no
le interesa el bienestar de su pueblo y sí el de su familia y socios…a tiempo
con estas Mil y una noches de la democracia sexenal mexicana…Les dejo mi
Twitter:robercarchoa ¡Todo bien!
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