Tenemos el reto como sociedad de generar una mayor
integración de las personas con discapacidad, así lo manifestó el Presidente
Municipal de San Juan del Río, en la Entrega de la Presea “Paloma de la
Esperanza”, galardón que busca reconocer a las personas destacadas con
discapacidad.
El Alcalde sanjuanense enfatizó que hoy quedó demostrado que
los límites no existen, pues los galardonados y todas las personas con alguna
discapacidad, superan cualquier obstáculo y así como ellos, nosotros como
sociedad tenemos que quitar las barreras, para brindar mayores oportunidades a
este sector de la población.
Por su parte, la Presidenta del Sistema Municipal DIF,
invitó a la ciudadanía a reflexionar sobre los derechos y oportunidades para
las personas con discapacidad, a quienes reconoció su tenacidad, ya que su
discapacidad no ha sido motivo para truncar sus sueños.
Los galardonados fueron: en la Categoría Infantil, Diana
Elizabeth Reyes García de la Asociación Proyecto Down, habitante de la zona
urbana del municipio; Categoría Juvenil: Marcos Ruiz Gachuzo de FHADI,
originario de la comunidad de San Miguel Galindo; y en la Categoría Adulto:
Marcos Mares Ávila de Bertha O. De Osete, originario de la comunidad de
Palmillas.
Diana Elizabeth se ha inclinado por las artes, como la
pintura, danza contemporánea y el teatro, actualmente cursa el tercer grado de
primaria regular, destacando en el ámbito educativo. Su amor por la lectura la
ha llevado a ser un gran ejemplo para sus compañeros y amigos.
Marcos nació con discapacidad motora, a los 5 años pudo
caminar con ayuda de bastones de madera y a los 10 años pudo utilizar muletas.
Pudo estudiar hasta la secundaria a pesar de que se encontró con muchas
barreras, su tenacidad y ganas de salir adelante le permitieron emplearse en la
Fundación Bertha O. de Osete, donde actualmente sigue laborando, sorprendiendo
todos los días con sus habilidades.
A Víctor, un trágico accidente le cambió la vida, ya que lo
imposibilitó a seguir caminando, además de limitar los movimientos de espalda y
brazos. En la actualidad tiene 27 años, gracias a su determinación ha
encontrado la manera de solventar sus gastos con la compra y venta de ganado,
además de trabajar como jardinero. Sus ganancias son utilizadas en la compra de
medicamento y material curativo que le permite tener una mejor calidad de vida.
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